La mejor manera de deshacerse del miedo a volar es empezar a volar. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo. Te damos 7 consejos.
1. Busca la distracción
Quizás el consejo más importante: desvía tus pensamientos hacia algo agradable. Porque aquello a lo que prestes atención no hará más que aumentar. Así que centra tu atención en otra cosa que no sea tu miedo a volar.
Piensa que pronto estarás tumbado en la playa, con un buen cóctel. Conversa con las personas que están a tu lado. O algo tan sencillo como la botella de vino que vas a pedir durante el vuelo. Descarga tu serie o podcast favorito para el camino, llévate un buen libro. Asegúrate de tener algo que hacer durante el vuelo que te haga ilusión.
2. Mira los números con sinceridad
Volar en un avión de línea es una de las formas de transporte más seguras. La probabilidad de que ocurra algo es de 1 entre muchos millones. Puede que no lo creas, pero tu vuelo es la parte más segura de tu viaje de vacaciones. La posibilidad de que te ocurra algo de camino al aeropuerto es mucho mayor.
3. Conoce un poco mejor tu avión
En secreto, sabes muy poco de aviones. Esto también puede darte una sensación de inseguridad.
En cualquier caso, es bueno saber que todo en un avión es doble. Un avión de pasajeros tiene múltiples motores, múltiples medidores de velocidad y altitud, controles dobles, etc. ¿Se estropea algo durante el vuelo? Entonces, siempre hay una copia de seguridad. Si uno de los pilotos se encuentra mal, el otro siempre puede aterrizar el avión.
Además, los equipos no sólo se instalan en un avión. Todo tiene que pasar años de pruebas y el listón es mucho más alto que, por ejemplo, la electrónica nueva de un coche. Los objetos que pueden estropearse y poner en peligro la seguridad no están permitidos en un avión. Esto también se aplica a los equipos que podrían funcionar de forma incorrecta.
4. Aunque no puedas ver los preparativos del vuelo, ¡son gigantescos!
Antes de que los pilotos se decidan a despegar, ya se han completado muchas listas de comprobación. Tanto el interior como el exterior del avión se revisan antes de cada vuelo. Si hay algún problema con el avión, los pilotos no despegarán. Si descubren en el aire que algo va mal, se darán la vuelta inmediatamente.
5. No te preocupes por las turbulencias
Si sientes algunas turbulencias durante el vuelo, esto se debe a que el avión atraviesa capas de aire con diferentes direcciones de viento o temperaturas. Los aviones están construidos para resistir fuerzas gigantescas y un poco de turbulencia es un juego de niños en comparación. Así que no te preocupes.
6. No seas demasiado duro contigo mismo, no estás solo
De hecho, alrededor de 1 de cada 3 personas desarrollan miedo a volar. Es un mito que el miedo a volar sólo se da en personas que nunca han volado. También puede desarrollarse más tarde. Por ejemplo, porque una vez tuviste un vuelo con muchas turbulencias. Por tanto, el miedo a volar no es algo de lo que haya que avergonzarse. El primer paso para superarlo es hablar de ello.
7. Sigue un curso de miedo a volar
Un curso de formación sobre el miedo a volar puede ayudarte a dar el primer paso para volar (de nuevo). En un curso de Miedo a Volar, un piloto o instructor de vuelo experimentado tendrá primero una entrevista preliminar contigo. Se discutirá el miedo específico que tienes. Puede ser cualquier cosa: por ejemplo, miedo a los espacios pequeños, falta de control, miedo a las turbulencias o a lo que pueda salir mal.
Después de esa entrevista preliminar, vas a volar en una cabina reconstruida. Supongamos, por ejemplo, que te dan miedo las turbulencias, el instructor preparará una simulación con las peores turbulencias que puedas encontrar. Para que veas el control que tienen los pilotos. Pero también para mostrarte los procedimientos durante el despegue y el aterrizaje. La próxima vez que sepas lo que ocurre durante un vuelo, estarás más seguro de subir a un avión.
Si quieres seguir un curso de miedo a volar, consulta la siguiente página:
Más información